En sus inicios, la Semana Santa era una festividad de carácter religioso y una de las manifestaciones más arraigadas y firmes, pero debido a su vistosidad y carácter folclórico y artístico, cada año atrae a más turistas de culturas y creencias diferentes.
Las calles estrechas del Casco Antiguo cordobés, declarado Patrimonio de la Humanidad, se impregnan del incienso de los desfiles procesionales y de la luz tenue de los cirios de sus nazarenos aportándole un ambiente mágico que la hace única. Todo esto sin dejar de lado el acompañamiento musical de la mayoría de las procesiones y el inmenso sentimiento que algunos de los devotos le ponen a las saetas, cante muy tradicional con las que pretenden manifestar su fe.
En este momento Córdoba tiene en total 43 hermandades, desde el Sábado de Pasión hasta el Domingo de Resurrección, que se dirigirán hacia el centro de la ciudad dónde se ubica la Carrera Oficial por dónde tendrán que pasar todas las hermandades y muchas de ellas, también integran en su recorrido la Mezquita de Córdoba. Entre todas las cofradías son muy llamativas las procesiones de los toreros y los legionarios, aunque también hay que destacar las celebraciones del pueblo de Baena, que por su belleza han sido consideradas de Interés Turístico Nacional.
En estas fiestas, los niños cordobeses tienen la costumbre de pedir cera de los cirios a los nazarenos, con esta cera van haciendo una bola cuyo tamaño comparan con las de sus amigos al final de la semana.
Otra de los hábitos más famosos es estrenar ropa el Domingo de Ramos obedeciendo al dicho de “En Domingo de Ramos, si no estrenas se te caen las manos”.
En algunos pueblos es típico que los vecinos expongan sus altares domésticos detrás de ventanas o rejas que dan a la calle para que todo el mundo pueda contemplarlo. En Baena por ejemplo, es muy conocida la fiesta de “colinegros” y “coliblancos” en la que los baenenses vestidos con la indumentaria judía, tocan el tambor desde la madrugada del miércoles santo.
No nos podemos olvidar de los postres típicos de Semana Santa como lo son las torrijas, los pestiños o los gajorros egabrenses que se encargan de darle el toque dulce a esta época.
Nos gustaría terminar dando unos pequeños consejos para disfrutar al máximo de esta semana tan espléndida:
– Disponer de información sobre los itinerarios de las cofradías para planificar bien la ruta y los horarios. (Aquí os dejamos la versión online de los itinerarios)
– Pasear con tranquilidad y paciencia ya que son días de mucho bullicio y en las zonas clave suele haber mucha gente.
– Llevar una mochila con agua, refrescos y otras cosas que puedan ser necesarias.
– Tomarse una tapita en Bodegas Mezquita entre cofradía y cofradía para reponer fuerzas.